La provincia de Cádiz a pesar de su pequeña extensión, reúne paisajes, ambientes y características socioculturales tan dispares, que para conocerla mejor se han establecido 4 rutas fundamentales.
En cada una de ellas se puede percibir un matiz diferente, y sólo cuando se han recorrido todas, se habrá obtenido un profundo conocimiento de esta singular provincia.
Ruta del toro
Esta ruta reune junto a su tipismo y su monumentalidad artística, la singularidad de que a lo largo de su recorrido pueden contemplarse las diversas ganaderías de toros de lidia.
El toro bravo pastando en su ámbito natural constituye una imagen de insólita belleza.
Ruta de la costa
Siguiendo 260 kms. de costa, se encuentran las playas de más fina y dorada arena de la Península. Esta ruta está llena de sorpresas paisajísticas , e incluso restos de antiguas civilizaciones, como las ruinas romanas de Baelo Claudia, cerca de Tarifa, encuentro de dos mares, Atlántico y Mediterráneo.
Ruta del vino
Recorrido por las ciudades en las que se produce un vino de fama universal y que comprenden un conjunto de atractivos turísticos singulares. Sobresalen sus extensísimos viñedos, las visitas a las centenarias bodegas y una serie de monumentos de máximo interés histórico y artístico.
Ruta de los pueblos blancos
La visión más pintoresca y original de la provincia gaditana la ofrecen sus llamados “Pueblos Blancos”. En ellos se mezcla la arquitectura típica de la zona con sus casas encaladas, sus castillos y sus iglesias, la mayoría de la época medieval.